Soy una chica normalmente extraña, quizás demasiado ardiente aunque lo sorprendente es que no suelo acostarme con cualquier hombre, quizás alguna relación esporádica, pero mi mente vuela sin mucha dificultad, deseando ser poseída, sometida e incluso violada por ese hombre que deseo me haga suya.
La mente y el deseo son inalcanzables, aunque algunas veces podemos hacer realidad algún que otro sueño morboso, no hace mucho soñé con ser penetrada y sometida, quería sentir hasta el extremo como sería una doble penetración.
Como no pensé en estar con dos hombres a la vez, por lo raro de la situación (en mi caso particular), le comente a un chico que deseaba tener esa experiencia, el muy sorprendido me dijo que podía facilitarme sentir algo parecido. Pensé que no era posible pero accedí, ese fin de semana quedamos en un hotel, cada uno teníamos nuestras vidas y aquello no era más que una historia llena de sexo y cosas nuevas.
Hablamos bien poco, solo al entrar comenzamos a besarnos como si el mundo se fuera a terminar, el me iba desnudando mientras que yo le quitaba la camisa y rozaba mi coño contra su polla, que parecía estallar debajo del pantalón.
Traía una bolsa y saco de ella un tarro de crema y un consolador enorme, joder … me dije eso debe doler, pero sus manos eran mágicas y me tumbo en la cama, comenzando a lamerme el coño y bajando su lengua hasta el culo, mientras pasaba la mano por todo humedeciéndome entera, sus dedos suavemente entraban de un sitio a otro, al principio sentía solo un poco de placer.
Pasado un rato agarro la crema y la dejo caer por todo mi coño, resbalándose a mi culo, sus dedos ya no eran delicados, en ese momento comenzaron a ser bruscos, fuertes y casi dolorosos, pero aun así,””” me gustaba”””, al principio metió dos, después tres, y llego un momento que cuatro. La piel se me ponía de gallina, aunque el placer no dejaba de aturdirme, en un momento de éxtasis, le escuche decirme “Ya está listo, ahora veras”…
Me puso de lado tumbada en la cama, se coloco justo detrás de mí, y su polla entro salvajemente en mi culo, abriéndome entera, mientras, sus brazos rodeaban mis caderas y sus manos se adentraban en mi coño, era muy extraño que aquello me gustara tanto, pese a que sentía dolor y le pedía, que parara un poco, pero él no me hacía caso.
Sin dejarme descansar agarro el consolador y lo puso en funcionamiento, sus giros y movimientos eran magníficos, aquello funcionaba de maravilla, después de mostrármelo me susurro al oído…”Te lo voy a meter entero”… Y metió el consolador en mi coño mientras su polla seguía jodiendome por detrás, sentía dolor, placer, excitación, no quería que parara, mientras el metía el consolador y apretaba para que su polla sintiera la vibración al entrar en mi culo, durante un par de minutos aquel movimiento fue cada vez más fuerte, hasta que sentí como el explotaba dentro de mi culo, joder como me dolía y como me gustaba, su semen caliente iba saliendo por mis nalgas y el consolador apretaba mi coño, hasta que explote en un órganos dolorosamente maravilloso.
A veces no es difícil tener experiencias complicadas, cuando la imaginación y buen amigo te ayudan.
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